Al servicio de la precisión: el RICHARD LANGE TOURBILLON „Pour le Mérite“: Unterschied zwischen den Versionen

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''El cuarto reloj de A. Lange & Söhne que ha recibido el atributo „Pour le Mérite“ reúne, con el accionamiento por cadena y caracol y el tourbillon, dos grandes complicaciones cuya aspiración máxima consiste en mejorar la estabilidad de la marcha y con ello la precisión. Su llamativa esfera de regulador que fascina con su mecanismo oscilante, hace referencia a un famoso modelo histórico.''
 
''El cuarto reloj de A. Lange & Söhne que ha recibido el atributo „Pour le Mérite“ reúne, con el accionamiento por cadena y caracol y el tourbillon, dos grandes complicaciones cuya aspiración máxima consiste en mejorar la estabilidad de la marcha y con ello la precisión. Su llamativa esfera de regulador que fascina con su mecanismo oscilante, hace referencia a un famoso modelo histórico.''
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Apenas ningún otro relojero ha hecho más méritos en Sajonia en lo que a la relojería de precisión se refiere que [[Johann Heinrich Seyffert]] (1751-1817). Sus relojes gozaban de un gran prestigio en la Corte del Príncipe Elector y entre los científicos. Sus ideas constructivas inspiraron lo mejor de su gremio y llevaron hasta nuevas cimas a la relojería artesanal en Dresde. Un desarrollo que alcanzaría su punto culminante en 1845 con la fundación de la primera manufactura relojera alemana por [[Ferdinand A. Lange]]. Entre los prestigiosos compradores de Seyffert, poco más de cien exquisitos relojes, cabe citar al famoso explorador e investigador de la naturaleza Alexander von Humboldt. Para su expedición en América del Sur adquirió un cronómetro de Seyffert y en 1797 se desplazó especialmente hasta Dresde para que el propio Seyffert le instruyera en el arte de la navegación con sextante y barómetro. Según los registros de Humboldt, el cronómetro de Seyffert marchaba con una precisión diaria de cuatro a cinco segundos. Y, si no se le movía, la desviación de la marcha podía llegar a ser de hasta menos de un segundo al día. Valores de marcha que, incluso hoy, más de doscientos años después, todavía impresionan.

Version vom 30. Januar 2011, 02:13 Uhr

Al servicio de la precisión: el RICHARD LANGE TOURBILLON „Pour le Mérite“

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El RICHARD LANGE TOURBILLON „Pour le Mérite“ y su modelo histórico.
Cada seis horas la esfera auxiliar avanza 90 grados en el sentido de las agujas del reloj.
Amplias aberturas en la platina tres cuartos permiten admirar el mecanismo por cadena y caracol.

Glashütte, enero 2011

El cuarto reloj de A. Lange & Söhne que ha recibido el atributo „Pour le Mérite“ reúne, con el accionamiento por cadena y caracol y el tourbillon, dos grandes complicaciones cuya aspiración máxima consiste en mejorar la estabilidad de la marcha y con ello la precisión. Su llamativa esfera de regulador que fascina con su mecanismo oscilante, hace referencia a un famoso modelo histórico.

Apenas ningún otro relojero ha hecho más méritos en Sajonia en lo que a la relojería de precisión se refiere que Johann Heinrich Seyffert (1751-1817). Sus relojes gozaban de un gran prestigio en la Corte del Príncipe Elector y entre los científicos. Sus ideas constructivas inspiraron lo mejor de su gremio y llevaron hasta nuevas cimas a la relojería artesanal en Dresde. Un desarrollo que alcanzaría su punto culminante en 1845 con la fundación de la primera manufactura relojera alemana por Ferdinand A. Lange. Entre los prestigiosos compradores de Seyffert, poco más de cien exquisitos relojes, cabe citar al famoso explorador e investigador de la naturaleza Alexander von Humboldt. Para su expedición en América del Sur adquirió un cronómetro de Seyffert y en 1797 se desplazó especialmente hasta Dresde para que el propio Seyffert le instruyera en el arte de la navegación con sextante y barómetro. Según los registros de Humboldt, el cronómetro de Seyffert marchaba con una precisión diaria de cuatro a cinco segundos. Y, si no se le movía, la desviación de la marcha podía llegar a ser de hasta menos de un segundo al día. Valores de marcha que, incluso hoy, más de doscientos años después, todavía impresionan.