Al servicio de la precisión: el RICHARD LANGE TOURBILLON „Pour le Mérite“

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Al servicio de la precisión: el RICHARD LANGE TOURBILLON „Pour le Mérite“

El RICHARD LANGE TOURBILLON „Pour le Mérite“ y su modelo histórico.
Cada seis horas la esfera auxiliar avanza 90 grados en el sentido de las agujas del reloj.
Amplias aberturas en la platina tres cuartos permiten admirar el mecanismo por cadena y caracol.

Glashütte, enero 2011

El cuarto reloj de A. Lange & Söhne que ha recibido el atributo „Pour le Mérite“ reúne, con el accionamiento por cadena y caracol y el tourbillon, dos grandes complicaciones cuya aspiración máxima consiste en mejorar la estabilidad de la marcha y con ello la precisión. Su llamativa esfera de regulador que fascina con su mecanismo oscilante, hace referencia a un famoso modelo histórico.

Apenas ningún otro relojero ha hecho más méritos en Sajonia en lo que a la relojería de precisión se refiere que Johann Heinrich Seyffert (1751-1817). Sus relojes gozaban de un gran prestigio en la Corte del Príncipe Elector y entre los científicos. Sus ideas constructivas inspiraron lo mejor de su gremio y llevaron hasta nuevas cimas a la relojería artesanal en Dresde. Un desarrollo que alcanzaría su punto culminante en 1845 con la fundación de la primera manufactura relojera alemana por Ferdinand A. Lange. Entre los prestigiosos compradores de Seyffert, poco más de cien exquisitos relojes, cabe citar al famoso explorador e investigador de la naturaleza Alexander von Humboldt. Para su expedición en América del Sur adquirió un cronómetro de Seyffert y en 1797 se desplazó especialmente hasta Dresde para que el propio Seyffert le instruyera en el arte de la navegación con sextante y barómetro. Según los registros de Humboldt, el cronómetro de Seyffert marchaba con una precisión diaria de cuatro a cinco segundos. Y, si no se le movía, la desviación de la marcha podía llegar a ser de hasta menos de un segundo al día. Valores de marcha que, incluso hoy, más de doscientos años después, todavía impresionan.

Un ejemplar especialmente bello es su Regulator del año 1807 que se encuentra hoy en la colección del „Salón de las Matemáticas y de la Física” en Dresde. Su esfera lleva tres círculos continuos superpuestos para la indicación de la hora. En su interior, un mecanismo por cadena y caracol se ocupa del accionamiento constante. El reloj con el número 93 es el modelo formal del RICHARD LANGE TOURBILLON „Pour le Mérite“. En este reloj, la aspiración de Seyffert por alcanzar la perfección relojera encuentra una nueva interpretación conforme al espíritu de la época – como Regulator exclusivo para la muñeca, basado por completo en la precisión mecánica. Lo primero que llama la atención en el RICHARD LANGE TOURBILLON „Pour le Mérite“ es la esfera de regulador distribuida de manera descentrada con sus tres círculos que se entrecruzan: arriba, domina el gran círculo de los minutos, debajo se encuentran, repartidos a la derecha y a la izquierda, las indicaciones más pequeñas para los segundos y para las horas. El formato de la esfera se remonta en su origen a los reguladores de precisión tal y como fueron utilizados desde el siglo XVIII por los servicios horarios y observatorios astronómicos y también por las manufacturas relojeras para la sincronización de los nuevos relojes. Para evitar la confusión entre las agujas de las horas y de los minutos en condiciones de luz con frecuencia poco favorables, se dispusieron las mismas en diferentes ejes de la esfera.

En el RICHARD LANGE TOURBILLON „Pour le Mérite“, una entalladura redonda en el círculo del segundero que atraviesa de la minutería al puente del tourbillon situado debajo, permite contemplar libremente el dispositivo giratorio. No obstante, el tourbillon solo se puede ver completamente entre las doce y las seis horas. A las seis, una esfera auxiliar con las números romanos VIII, IX y X irrumpe en la abertura pivotando rápida como el rayo y completa así el círculo de las horas. El movimiento se lleva a cabo por medio de un ingenioso mecanismo de avance. Este mecanismo se ocupa de que la esfera auxiliar avance 90 grados cada seis horas. De este modo se puede consultar con precisión la hora tanto por la mañana como por la tarde. A las doce, la esfera pivotante se retira súbitamente igual que ha venido y posibilita, durante las siguientes seis horas, la contemplación completa del sistema que traza un círculo y oscila al mismo tiempo. Su función consiste en compensar los errores de la marcha que debido a la influencia de la fuerza de gravedad pueden producirse en el volante. El tourbillon se puede detener por medio de un mecanismo de parada del segundero patentado sacando simplemente la corona y de este modo permite el ajuste de la hora con la precisión de un segundo. Por la parte del mecanismo está colocado en un contrapivote de diamante con engaste de oro atornillado – un homenaje a los legendarios relojes de bolsillo de Lange del más alto nivel de calidad „1A“ –.

Al extraordinario reloj con la llamativa esfera se le ha otorgado el atributo „Pour le Mérite“, asignado solo tres veces desde 1994 a un reloj de Lange. Hace referencia a la Orden del Mérito iniciada en 1842 por Alexander von Humboldt por sus extraordinarias prestaciones en el ámbito de las Ciencias y de las Artes. Esta designación la llevan solo algunas exquisitas complicaciones de la casa A. Lange & Söhne, que van equipadas con el incomparable accionamiento por cadena y caracol. Gracias al empleo inteligente de la ley de la palanca se compensa la fuerza que disminuye del resorte de cuerda y se mantiene constante el par de fuerzas efectivo – y con ello la amplitud del volante – durante toda la duración de la marcha de 36 horas. Un engranaje planetario se ocupa de que el accionamiento regular tampoco se interrumpa cuando se le da cuerda al reloj. El funcionamiento del prodigioso mecanismo en filigrana se puede admirar con todo detalle gracias a las amplias aberturas en la platina tres cuartos.

Con seis semioscilaciones por segundo, un clásico volante con tornillos y una espiral del volante calculada de nuevo y de fabricación propia, el RICHARD LANGE TOURBILLON „Pour le Mérite“ cumple con todos los requisitos de un reloj al servicio de la precisión. En el interior de la caja de platino o de oro rojo de 41 milímetros de diámetro, magníficamente proporcionada, trabaja el nuevo calibre de la manufactura L072.1 perfeccionado a mano conforme a los más altos estándares de Lange. Con un diámetro de 33,6 milímetros ocupa majestuosamente el espacio del que dispone. La estricta limitación a 100 ejemplares para la versión en platino subraya la exclusividad de este extraordinario objeto de colección.